[1]Las aplicaciones móviles solo pueden ser instaladas desde plataformas oficiales como Google Play Store para dispositivos Android y App Store para dispositivos iOS. Estas aplicaciones están diseñadas exclusivamente para funcionar en dispositivos con sistemas operativos Android y/o iOS.
[2]Las aplicaciones web, en cambio, no requieren instalación y son accesibles a través del navegador en cualquier dispositivo, ya sea un ordenador, un móvil o una tablet. Su versatilidad permite que funcionen sin importar el sistema operativo, ofreciendo una solución universal y adaptable.